Será algo aceptado por muchos, pero no por ello debería dejar de analizarse por parte de una sociedad que está padeciendo una de las crisis más fuertes de los últimos años y aún así, no se reinventa en cuanto a materia económica y de negocios. España es, junto con varios países sudamericanos como Argentina y Uruguay, la nación con mayor fluidez en cuanto al habla castellana o española propiamente dicha y aún así, no ofrece ni explota sus facilidades en cuanto a la formación.
Y esto se nota en los números finales que arrojan año a año las encuestas sobre los cursos de ingles en Irlanda o Inglaterra que se toman o mismo para estudiar algún idioma oriental. Los españoles consumen ese tipo de oferta pero no la ofrecen para su beneficio. ¿Acaso en qué otro país se podría aprender el idioma español mejor que en España?. Si la respuesta se cae de madura, crea que se equivocó. Argentina es hoy el principal país que recibe la mayor cantidad de demanda para aprender el idioma, desde ingleses hasta chinos, pasando por cualquier otro país europeo. España, mientras tanto, consume lo de afuera pero no fomenta lo de adentro.
Así, no sólo se desperdicia una fuente importante de trabajo, con traductores, profesores y ni que hablar de cuánto se pierde en torno al turismo, ya que es sabido que éste tipo de cursos, son también una gran excusa para poder conocer otros países y además, formarse con su idioma. Es cierto que desde los precios y costes, Argentina es siempre favorable por la devaluación de su moneda, pero aún así, lo que no deja de sorprender negativamente, es que no haya un planteo sobre algún proyecto para difundir este tipo de formación en España, que compra lo de afuera, pero regala lo propio.
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